Las autoridades confirmaron la muerte de 17 personas y 52 heridos producto de los enfrentamientos en Juliaca, donde la mayoría de los fallecidos y heridos presentaban impacto de perdigones, según informó América Noticias.
El diario El Comercio reporta que Puno y Juliaca amanecieron paralizadas, tras numerosos saqueos por parte de vándalos a locales privados y públicos, el incendio de almacenes e incluso la casa de los familiares de un congresista.
Todo ello se registró en el marco de las violentas protestas que se registran en todo el país y que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y el adelanto de Elecciones.
Con estas muertes aumentó a 39 el número de fallecidos durante las protestas desatadas en Perú desde la destitución y detención del expresidente Pedro Castillo, quien en la actualidad se encuentra en prisión bajo una orden de detención preventiva por 18 meses mientras enfrenta un juicio por el delito de rebelión.
En una declaración ofrecida la noche del lunes, el primer ministro, Alberto Otárola, lamentó las muertes ocurridas en Puno, pero resaltó que unas 2.000 manifestantes intentaron tomar el aeropuerto de Juliaca, para lo cual atacaron a la policía y a las Fuerzas Armadas.
«Fue un ataque organizado, sistemático, de vandalismo y de actividades violentas contra instituciones de Puno», señaló.
Otárola anunció que este martes viajará a Puno una delegación de alto nivel para dialogar con los manifestantes.
Policía desaparecido
La Policía Nacional informó que fue hallado el cuerpo sin vida de una persona dentro de un patrullero. Al mismo tiempo que daba cuenta que la unidad había sido atacada e incendiada por una turba en la urbanización Tambopata, en la ciudad de Juliaca, Puno.
De acuerdo con reportes de la X Macro Región Policial, la unidad iba con dos policías a bordo, quienes fueron agredidos por la turba que se apropió de sus armas e incendió luego el vehículo, cerca del cual se halló un cuerpo carbonizado.
“Uno de los policías heridos, el suboficial de tercera PNP Ronald Villasante Toque, quien conducía la patrulla siniestrada, logró comunicarse telefónicamente con sus compañeros, a quienes relató el salvaje ataque, denunciando, además, la desaparición de su compañero, el suboficial de segunda PNP José Luis Soncco Quispe. También confirmó la sustracción de las municiones, chaleco antibalas y armas de reglamento que ambos llevaban (dos pistolas Pietro Beretta y un fusil AKM)”, indica el reporte policial.
Fuente: El Comercio y BBC