En un hecho de bajo perfil, pero con posibles repercusiones diplomáticas, en la sesión del 25 de octubre de 2022, celebrada en el Senado, el senador por la región de Los Lagos, Fidel Espinoza, dio a conocer su disconformidad tras la decisión del gobierno de Nueva Zelanda de no extraditar al autor del mayor caso de maltrato animal en la historia de Chile ocurrido entre el 2012 y 2013.
De acuerdo a la determinación del país oceánico, las razones para rechazar la solicitud de la justicia chilena tienen relación con que a la fecha de cometer los ilícitos estos crímenes no eran considerados como actos delictuales en nuestro país, por lo cual estos quedarían en la impunidad.
En base a esto, el senador Espinoza pidió un pronunciamiento al Senado, lo que se tradujo en un oficio de molestia al Presidente de la República, al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Ministerio de Justicia, por este caso, solicitando además datos sobre las acciones que han realizado las respectivas secretarías de Estado mencionadas.
La historia
Fue el 24 de enero de 2014 cuando el ex gerente general de la lechera Manuka, Juan Carlos Petersen, dio a conocer en conferencia de prensa convocada en el Hotel Sonesta de Osorno que “con la voluntad de prestar plena y absoluta colaboración con la investigación, la empresa inició de manera inmediata un sumario interno que arrojó antecedentes que hemos puesto a disposición de la autoridad (…) y detectamos irregularidades en el procedimiento de eutanasia de algunos terneros machos. Hoy, luego de conocerse los resultados de la investigación interna que lideró la empresa, de inmediato se tomaron medidas correctivas y, además, los involucrados están desvinculados de la compañía”.
Fue de esa forma como Manuka reconoció hace nueve años el mayor caso de maltrato animal detectado en la historia del país, en el marco de una denuncia que dio origen a un juicio cuyos resultados quedaron en nada, luego de que Nueva Zelanda se negara a extraditar el año pasado a Zachary Ward, quien hasta ese 24 de enero de 2014 era el gerente de producción de la compañía.
Se estima que el maltrato y matanza involucra entre 600 a 1.500 terneros machos durante los años 2012 y 2013, en un fundo de la empresa en Puerto Octay, en la región de Los Lagos.
El reconocimiento de Manuka vino tres meses después de que en una sesión de la Cámara de Diputados, el entonces diputado Fidel Espinoza denunciara la existencia de prácticas de maltrato animal a gran escala en Manuka, a partir de denunciar que le habían hecho llegar trabajadores y familiares de los mismo. La compañía negó los hechos hasta que reportajes televisivos de TVN y Canal 13, en días sucesivos a contar del 20 de enero de 2014, dieron a conocer las denuncias alertando que contaban con imágenes que las respaldaban. Diez días después, vendría la confirmación de los hechos, cuando TVN 24H dio a conocer cruentas imágenes de matanzas de terneros a martillazos dentro del predio, las que serían clave en el inicio de la investigación que cuatro años después, daría origen al juicio más importante por maltrato animal en la historia del país, en el marco del cual se probaría luego la matanza indiscriminada de, al menos, 1.500 terneros machos.
Antes de llegar al bullado juicio, sin embargo, la investigación -llevada a cabo por la fiscal Leyla Chahín- entró en un largo invierno luego de que los dos apuntados por la investigación interna de la compañía, el neozelandés Zachary Ward y el chileno Gonzalo García, abandonaran el país. Eso, hasta que la compañía recontrató a García, hoy gerente de producción de la compañía fue recontratado. ¿La razón? Según señaló el gerente general de esa época, Cristián Swett Plá, en entrevista con El Austral de Osorno de fecha 30 de diciembre de 2018, en realidad la investigación interna que en su momento había anunciado su antecesor Juan Carlos Petersen Wiedmer, nunca había existido y, por lo tanto, no existían antecedentes de los hechos ni de la culpabilidad ni de Wrad ni de García.
“Esa investigación la hizo Juan Carlos Petersen, el exgerente, y yo no conozco el resultado donde se acredite lo que pasó. No hay ningún documento, de hecho, no existe en la carpeta la investigación interna. Yo pensé que estaba la carpeta investigativa. Cuando se dice de la investigación interna se habla que se buscó gente, pero no existe un documento donde Manuka diga que se encontraron responsables, eso no existe. De partida no es normal, nosotros no nos dedicamos a hacer indagaciones internas, quizás existe el documento y Juan Carlos se lo habrá llevado, yo no tengo nada que acredite a los responsables”, aseguró entonces.
Meses más tarde, en entrevista con El Mostrador del 30 de julio de 2019, Cristián Swett señaló que “el caso es de hace seis años atrás, donde hay un video de un trabajador de Manuka que sale golpeando (terneros) con un martillo y producto de ello se produjo una investigación, salió gente de la compañía”.
En la isma entrevista y ante la consulta específica sobre el tema, volvió a señalar que “nadie sabe -en la empresa- dónde está ese sumario y lo más importante es que en la carpeta investigativa el sumario no está (…) Yo creo que se dijo más como una frase comunicacional”.
Tras un bullado juicio que incluyó correos de entre el exgerente y los directores neozelandeses de la compañía antes y durante el estallido del caso, a fines de diciembre de 2018 se determinó que ante la ausencia de las pruebas que en su minuto había señalado la misma Manuka, Gonzalo García quedaba exculpado por los hechos: de nada sirvió que el propio ex gerente general Juan Carlos Petersen declarara en su contra durante el juicio.
El ahora senador Espinoza, quien luego de denunciar a Manuka apoyó a la compañía tras su reconocimiento inicial de los errores, señaló que la empresa se burlaba del país y que estaba obstruyendo la justicia. Que la negación del sumario era impresentable y envió cartas a la Embajada de Nueva Zelanda, sin éxito. Esto, hasta que la propia Justicia solicitó la extradición de Zachary Ward en 2020, solicitud que en octubre de 2022 fue rechazada por el país Oceánico, originando una reacción del propio Senado, a través de una solicitud de Fidel Espinoza.
El condenado
Los registros fílmicos, que fueron reflotados en 2021 en extensos reportajes de Mega y también por CHV, fueron claves para sentenciar a Ward, quien durante todos estos años se ha desempeñado como gerente general de Grasslands, una compañía cuyos accionistas neozelandeses son prácticamente los mismos que Manuka, comenzando por la familia Townshend.
En entrevista con El Mostrador del 30 de julio de 2019, sin embargo, Swett minimizó el hecho e indicó que el hecho de que el prófugo de la justicia Zachary Ward estuviera en Grasslands no era relevante.
“De los 120 y tantos socios -neozelandeses- que tiene Manuka hay socios que están también en la compañía donde trabaja él, pero eso no quiere decir que tenga una relación directa con Manuka (…) Hay gente que tiene inversiones en Coca Cola y eso no significa que la gente que está en Coca Cola trabaje en Manuka”, declaró.
También en aquella entrevista con El Mostrador, el exgerente Cristián Swett anunció que la compañía había hecho una alianza con el CFT de Llanquihue para impartir una carrera de cuatro semestres, situación que hizo explotar al senador Espinoza, quien en redes señaló que se trataba de una nueva mentira de la compañía. Al día de hoy, la carrera en cuestión no existe.
Una faenadora móvil
En 2021, el consejero regional Alexis Casanova manifestó sus dudas acerca de la forma en que Manuka está enfrentando el nacimiento anual de alrededor de 25.000 terneros machos que no son funcionales a la producción de leche y apuntó directamente a la faenadora Santa Helena que funciona dentro de los terrenos de Manuka, sin obtener respuesta de las autoridades.
En enero de 2022, manifestó su desazón por no obtener respuestas al respecto. “La falta de respuesta a estas consultas por parte de los organismos pertinentes, es una falta de transparencia que daña gravemente la credibilidad de las instituciones que deben velar por la imagen de uno de los principales motores productivos de la región, como es la agricultura”.
La “Planta Faenadora Móvil de Bovinos Santa Helena” es un proyecto en el cual Consejo Regional se pronunció favorablemente el 10 de abril de 2019, con el solo voto en contra de Casanova.
El tema molestó además a Casanova, ya que en paralelo a la presentación de este proyecto, Cristián Swett había declarado en diversos medios que “eso pasó hace seis años y desde entonces, nosotros no hemos matado ningún ternero macho (…). Tomamos la decisión primero de no matarlo, segundo, lo más importante es donarlos”.
“La iniciativa me generó dudas entonces y me las sigue generando hoy. Se planteaba que esta iniciativa beneficiaría a los pequeños agricultores, que sería una planta que recorrería los campos y que el objetivo era agregar valor a los productos de la comercialización de carne, no obstante, no quedaba claro cómo se iban a tratar los residuos del proceso biológico, ni menos cómo se generaría valor¨, dijo Casanova, quien agregó que “los organismos deben dar cuenta de algo tan básico como si el proyecto cumplió lo comprometido y si es cierto o no que, en realidad, la que se suponía planta móvil no ha salido del lugar en que se instaló desde un inicio: Manuka y sólo ha faenado terneros machos de sus predios”.
Finalmente, indicó que nunca se les dijo que la empresa dueña del proyecto estaba conformada mayoritariamente por Manuka, ¨vemos que desde un inicio se intentó esconder el verdadero objetivo de la iniciativa. Yo no señalo que esté mal a priori, sin embargo, molesta la falta de transparencia al declarar los verdaderos objetivos de un proyecto”.
Enfermedades respiratorias
Casanova no fue el único que apuntó al proyecto Santa Helena. En 2021, a propósito de la aparición de enfermedades respiratorias en trabajadores, el entonces diputado Fidel Espinoza solicitó sin éxito al Ministerio de Salud, al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) que se investigue a fondo el origen de las enfermedades respiratorias que afectaban a trabajadores de la lechera Manuka, ubicada en la comuna de Puerto Octay, en época de partos.
En ese entonces, indicó que “no es la primera vez que se genera alarma por los graves cuadros respiratorios que afectan a trabajadores de Manuka en la época de partos. En 2017, por ejemplo, fueron varios los que estuvieron en riesgo vital, conectados a ventilación mecánica, tiempo en el cual se nos señaló por parte de las familias afectadas que el enorme volumen de partos genera un complejo cuadro sanitario, tal como lo describió entonces la Sociedad Chilena de Infectología (…) es hora de llegar al fondo de lo que allí está ocurriendo y que forma parte de lo que muchos trabajadores y trabajadoras han denunciado por ya más de una década”, detalló Espinoza.
El parlamentario recordó que en 2017 un extraño episodio de neumonías atípicas llevó a que el Ministerio de Salud liderara otra investigación que apuntaba al mismo problema de base: el exceso de desechos biológicos por la concentración de partos e inducción de abortos es caldo de cultivo para bacterias de todo tipo. El origen de dicho episodio fue reconocido expresamente por la compañía en un juicio laboral de 2019, el cual fue dado a conocer en un extenso reportaje de The Clinic.
Consultado sobre esto, el exgerente Cristián Swett Plá relató que ”de verdad me informé de este juicio por la nota. Fue un trabajador despedido en enero (…) Él ganó en el juicio (…) esto no tiene nada que ver con maltrato animal”.
“Hemos insistido que el modelo que mata a todos los terneros machos al nacer no conversa de buena forma con la imagen de sustentabilidad de la magia del sur, afecta sicológicamente a los trabajadores y trabajadoras, los expone a enfermedades, como estableció Salud, y hace proliferar otras zoonosis como acreditó el SAG”, señaló Espinoza.
Agregó que “cuando en 2013-2014 ocurrieron los vergonzosos hechos de las muertes de 1.500 terneros a martillazos e inyecciones de aceite en esa explotación agrícola, estuvimos disponibles para sentarnos con esa empresa y los gremios como Aproleche, Aproval, Fedeleche, SAGO y Agrollanquihue para generar soluciones de largo plazo a la problemática de los partos estacionales que ya entonces eran inmanejables. Hubo consenso en que el cambio no podía venir de un momento a otro y eso involucraba un proceso por etapas: partíamos por circunscribir los sacrificios a estrictos protocolos de bienestar animal, para luego, a mediano plazo, generar el término de la práctica.
Hoy, el SAG debe emitir un pronunciamiento claro respecto del destino que le da Manuka a los más de 20.000 terneros machos que están naciendo y señalar si es efectivo que funciona dentro un matadero, para lo cual la SMA debe también hacerse presente. Aquí hay gente que está quedando con secuelas y la espera de siete años para que Manuka adecue sus procesos ha sido ya más que suficiente: exigimos mayor responsabilidad social, laboral y de seguridad con sus trabajadores”.
Tala ilegal
También dentro del trabajo de reposicionamiento de imagen, Manuka anunció en esa extensa entrevista con El Mostrador, que con fecha 10 de septiembre de 2019 lanzarían su primero reporte de sustentabilidad. Y así lo hizo.
El tema, fue luego apuntado por el senador Espinoza como una nueva cortina de humo más, ya que en diciembre de ese mismo año la empresa fue condenada por loa Corte Suprema al pago de $140 millones de pesos por tala ilegal de bosques.